jueves, 5 de noviembre de 2009

La Gotera (Edición # 012) art.1

!Qué sorpresa!

Sí, qué sorpresa la que nos hemos llevado los asiduos y recurrentes participantes de las asambleas estudiantiles de la Universidad de Caldas, al entrar hoy martes 27 de octubre al teatro 8 de Junio y encontrarnos un teatro lleno y una asistencia aproximada de 900 estudiantes, y no con las lánguidas asambleas de 40 o 50 personas que fueron el pan nuestro de cada asamblea, luego del brutal asesinato del movimiento estudiantil a manos de sus más reconocidos representantes , unos por acción y otros por omisión.

Esta situación sorpresiva me produjo gratificación, regocijo, satisfacción, durante unos cortos minutos me dije a mi mismo “el estudiantado ha reaccionado, ha salido de esa suerte de ostracismo político, ha madurado políticamente”, lastimosamente las alegrías no son eternas: si bien al parecer el estudiantado recupera su interés por la discusión de la cosa pública, entendida ésta como las políticas públicas relacionadas directamente con la universidad (presupuesto, pasivo pensional), en lo otro poco o nada hemos avanzado. Y es que quizás no hayamos aprendido de nuestros propios errores, quizás sólo seamos capaces de ver la paja en el ojo del otro y no la viga en el propio.
Mi anterior afirmación se sustenta en el vulgar y cantinflesco espectáculo que fue la asamblea, no por las decisiones tomadas al final, pues bien sabemos los y las que creemos en ella, que ésta es el máximo órgano decisorio del estudiantado en general. Más bien mi consternación y mis criticas van dirigidas al desarrollo de la misma en términos de la conformación de la mesa, con un único individuo, que se erigió como dueño absoluto de la palabra y del poder simbólico que implica estar ahí solo, sobre el resto. Con esto no se quiere decir que no se dejó hablar a más estudiantes, más bien se pretende cuestionar el pluralismo de la mesa y la democracia de la misma cuando es un solo sujeto el que administra y otorga el uso de la palabra y además de esto es el que recoge las propuestas a votar , ventaja que se notó y se expresó en el momento de votar, cuando nuestro “querido representante” pretendió darle primacía a su propuesta al intentar que fuera votada inmediatamente, sin antes poner sobre la mesa y a disposición de la asamblea las otras propuestas emanadas del cuerpo estudiantil. Bonito ardid político: claro, para qué vamos a analizar y sopesar lo dicho por otros si acá ya tomamos una decisión.

Por último, un llamado de atención al respeto por el uso de la palabra del otro, del contradictor, del opositor, del que no nos gusta, como pilar fundamental de una asamblea, que es un espacio de debate y decisión creado por el estudiantado para el estudiantado. Tratemos de escucharnos, no con el ánimo de convalidar y apoyar todo, si no más con el ánimo de conocerlo para poder contra argumentarlo de manera certera y eficaz.

Cilep
cilepmanizales@yahoo.com
www.cilep.8m.com

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